La Cabeza de dragón, conocida en el ámbito botánico como Dracocephalum moldavica, es una planta que está ganando popularidad entre los entusiastas de la jardinería debido a sus numerosos beneficios. Valorada por su alta producción de miel, que puede alcanzar hasta 400 kg por hectárea, es especialmente atractiva para los apicultores que aprecian sus propiedades calmantes para las abejas. Sus requisitos de cultivo son mínimos, lo que la convierte en una opción ideal tanto para profesionales como para aficionados. La Cabeza de dragón también es famosa por sus propiedades medicinales, especialmente beneficiosas para el sistema digestivo, y se utiliza como un complemento aromático en platos de carne y pescado, así como en tés y bebidas alcohólicas. En el jardín, sus flores púrpuras o blancas añaden un toque de encanto, y su intenso aroma proporciona una variedad placentera.
Siembra
La siembra de la Cabeza de dragón es sencilla y no requiere habilidades especializadas. Es importante mantener la humedad del suelo, especialmente en las primeras etapas del cultivo. Las semillas pueden sembrarse directamente en el suelo, siendo este el método más comúnmente elegido debido a su simplicidad y efectividad.
Profundidad de siembra
Las semillas deben colocarse a una profundidad de 1 a 2 cm. Esta profundidad promueve condiciones óptimas de germinación, asegurando que las semillas tengan un acceso adecuado a la humedad y la luz, lo cual es crucial para un crecimiento saludable.
Época de plantación
¿Cuándo se deben sembrar las semillas de Cabeza de dragón en el suelo? El período óptimo es de abril a junio. Durante este tiempo, las condiciones climáticas favorecen la germinación y el desarrollo posterior de la planta.
Distancia entre plantas
Para un crecimiento adecuado, se recomienda mantener una distancia de 30x30 cm entre las plantas. Esta separación proporciona a las plantas el espacio suficiente para ramificarse y un fácil acceso a la luz y los nutrientes.
Requisitos de ubicación
La Cabeza de dragón prospera mejor en lugares soleados y ricos en calcio. Aunque es una planta poco exigente, es mejor evitar las áreas excesivamente secas, ya que puede marchitarse rápidamente en el calor del verano sin un riego adecuado. El suelo debe estar bien drenado para prevenir el encharcamiento.
Época de floración
La Cabeza de dragón florece de julio a agosto. Durante un período de 21 a 35 días, se pueden disfrutar de sus hermosas flores, que no solo son una atracción visual, sino también una excelente fuente de néctar para las abejas.
Usos
Esta planta no solo es una adición estética al jardín, sino también un recurso práctico para las industrias de perfumes y jabones, donde se utiliza su aceite, el citral. En la cocina, la Cabeza de dragón se utiliza como un complemento aromático en platos y bebidas, mejorando su sabor y aroma.
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El paquete contiene 1 kg de semillas. En el paquete, encontrará información sobre las pautas de cultivo y el período de validez de la siembra.
