El lirio persa de flores blancas pertenece a las Liliaceae (familia de las liliáceas). Como otros miembros de esta familia, sorprende con una belleza excepcional. Tallos altos y erguidos, densamente cubiertos de flores, presentan con entusiasmo sus encantos en los bordes de los jardines. Una agrupación de varias plantas de lirio persa podría convertirse en un adorno de jardín intrigante. Esta belleza excepcional proviene de Turquía. Florece a finales de abril/principios de mayo en clima centroeuropeo.
Un tallo grueso rodeado de hojas densamente agrupadas brota de un bulbo relativamente grande. Toda la planta está cubierta por una capa cerosa que le da un intrigante color gris amarillento. Las flores aparecen en el tallo sobre pedicelos densos. Las campanas en forma de copa son de color blanco cremoso y verde. Toda la inflorescencia adquiere una forma cónica. Esta planta ofrece unas vistas únicas gracias a su coloración contrastada.
Los lirios persas deben cultivarse en un sitio fértil. El suelo debe ser rico en nutrientes y enriquecido con compost. A estas plantas les gustan los sitios soleados o solo parcialmente sombreados. Debe pensar detenidamente en la plantación de lirios persas, ya que no soportan el trasplante y los mejores resultados se obtienen plantándolos en el mismo sitio durante varios años. El exceso de agua puede dañar las plantas. Vale la pena proteger los bulbos con una capa de drenaje de arena o plantarlos en elevaciones del suelo.
Los lirios persas de flores blancas son plantas de borde típicas que son ideales para crecer en sitios que abarcan otras plantas perennes bulbosas o de principios de primavera. Las inflorescencias altas que consisten en flores verdosas en forma de campana se ven muy bien plantadas junto a paredes de edificios, cercas y vallas publicitarias. Los colores extraordinarios permiten crear arreglos intrigantes y la introducción gradual de los colores más intensos.
- Especie: lirio persa
- Periodo de floración: IV - V
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